Colores complementarios

Los colores complementarios son los aquellos colores que están enfrentados en el círculo cromático. Podemos mencionar el verde, que se complementa con el magenta o el amarillo anaranjado, que se complementa con el  azul violáceo. Los colores complementarios se caracterizan por proporcionar un fuerte contraste con colores más vivos.

Los colores complementarios se  emplean usualmente en las artes visuales (inclusive las artes aplicadas tales como el diseño) con propósitos tan diversos como realizar una composición tonal, captar la atención a la vista, cambiar o crear colores.

Dentro de un círculo cromático se consideran colores complementarios entre sí los colores localizados en espacios opuestos, aquella pareja de colores que se pueden mezclar al trazar una línea recta que pase por el centro del círculo.

Para comprender el efecto complementario de estos colores se puede probar observar fijamente una superficie de un color plano y saturado durante por lo menos treinta segundos y luego mirar una superficie blanca plana, pudiendo ser una pared o un folio. Se verá una ilusión óptica con el mismo aspecto pero en su color complementario que se genera para compensar el cansancio ocular.

La propiedad fundamental de los colores complementarios se ve en su contraste de tono. Dicho contraste será más notable cuando ambos colores complementarios posean la misma saturación y valor de luminosidad. El contraste más extremo entre colores complementarios se genera cuando los dos se encuentran saturados al máximo.

Tipos de colores complementarios


Verde y magenta.

Un ejemplo muy usual es el color verde (azul cyan mezclado con amarillo) y el color magenta (que es un color primario similar al rosa oscuro). El motivo de que son contrarios es que el verde es la mezcla de los dos colores primarios aparte del magenta, por consiguiente si se une los tres se obtendrá el negro.

Rojo y azul.

El más habitual de todos, debido a que siempre ha simbolizado lados opuestos de algo. Algunos ejemplos usuales abarcan los juegos de Pokemon rojo y azul o los cinturones de peleas de competencias en artes marciales, en los que se lleva el cinturón rojo y el contrario el de color azul.

Colores complementarios adyacentes.

Los colores complementarios adyacentes (también denominados colores complementarios divididos, próximos o análogos) son dos colores localizados a cada lado de un color complementario dentro del círculo cromático.

Un esquema de colores complementarios adyacentes integra por consiguiente tres colores: un color del círculo cromático y dos colores de tipo análogos de su complementario.

Usos de los colores complementarios.

El empleo de los colores complementario uno al lado del otro, produce vibración, movimiento, armonía y drama, puesto que se avivan entre sí. Pero para que no se genere una sensación caótica y poco agradable a la vista, uno de los dos colores debe destacar sobre el otro.

Asimismo, no se necesita que se apliquen los colores muy puros,  o sea, un azul punto mezclado con un naranja vibrante, se pueden emplear diversos matices de estos tipos de colores, para conseguir un resultado más delicado.

De igual forma, cuando se quiere un color determinado en el cuadro pero este es muy brillante o saturado, y se quiere apaciguarlo un poco, reducir la intensidad para que no quede tan llamativo, se le integra una diminuta cantidad del complementario, pero sin que se modifique la tendencia esencial del color.

Por otra parte, si se fusiona un color con su complementario se neutralizan entre ellos, consiguiendo colores cafés, tierras o quebrados o también grises. En algunas circunstancias, al emplear los tonos ideales en las cantidades requeridas, se puede conseguir el color negro.

Asimismo, para conseguir espacios de luces altas más atractivas, se dispone una reducida parte del color complementario en el blanco, en cual si se usa sólo otorgara un efecto frío y desanimado.