Tipos de coordinación

La coordinación hace referencia a la acción por la cual una persona lleva a cabo una estrategia de forma orientada y con una dirección concreta con el fin de realizar un movimiento o actividad específica. Puede decirse de un proceso que lleva a cabo una persona de forma individual o a la actividad que realizan un grupo de personas al unísono.

Para realizar de forma precisa un movimiento, que es lo que se pretende con la coordinación, todos los sentidos del individuo deben estar preparados y bajo control. La coordinación puede aplicarse a un sinfín de áreas de la vida, como a los deportes, a la política, a la educación, las relaciones humanas, etc.

Tipos de coordinación


Pese a que la coordinación es un concepto que se utiliza en diferentes campos, el más común es el deportivo, que hace referencia a una coordinación del cuerpo humano. Ligado a esta área, los tipos de coordinación que existen son:

Coordinación dinámica general

En ella intervienen todas las partes del cuerpo. Los movimientos que se pretenden hacer  de forma sincronizada son dirigidos desde los pies, piernas, brazos, etc. Así pues, todos los sentidos se encuentran involucrados en lograr el propósito.  Para realizar este tipo de acciones la persona debe estar concentrada y en parte relajada para poder controlar sus músculos, su respiración, etc.

Los movimientos que muestran una coordinación dinámica general pueden ser desplazamientos corporales tanto en sentido vertical como horizontal, y el ritmo de los mismos puede ser tanto fluido y veloz, como más lento. Un ejemplo podría ser el practicar natación, o realizar algún tipo de salto.

Podría decirse que el objetivo del individuo es mantener cierta estabilidad de su propio cuerpo mientras cambia de un estado dinámico de movimiento a otro.

Coordinación específica o segmentaria

Hace referencia a un movimiento sincronizado de un segmento e del cuerpo concreta. En este tipo de acciones interviene la visión en relación con otras partes del cuerpo como el brazo, la pierna, etc.

Según la parte del cuerpo que se esté utilizando, la coordinación específica o segmentaria puede ser oculo-manual, cuando las zonas involucradas son los miembros superiores, es decir, las manos o los brazos.

En segundo lugar, se puede distinguir la coordinación pédica, la cual hace referencia a la utilización del sentido de la vista junto a los miembros inferiores, los pies y piernas. Y por último, la óculo-cefálica, donde se ven implicados el tronco de nuestro cuerpo y la cabeza.

Coordinación estática

Es la capacidad que tiene un individuo de mantener una estabilidad corporal mientras se sujeta sobre una base estable, realizando tan solo pequeños movimientos compensatorios que le permitan mantener esa misma posición durante el tiempo requerido. En estas acciones se busca que la persona tenga que poner el foco de control en su postura.

La información que los sentidos reciben y envían a los miembros y articulaciones es de vital importancia a la hora de mantener una postura con el mínimo balance u oscilación.

Coordinación fina

Un tipo de habilidad que requiere del control y sincronía de los músculos y nervios y los sentidos del cuerpo humano para poder reproducir una serie de movimientos leves y precisos. Cualquier problema en el cerebro, médula espinal, así como en articulaciones o en los nervios periféricos puede impedir un manejo de la motricidad fina.

Coordinación espacial

Se produce en relación al resto de objetos o personas que están en el entorno del individuo. Es decir, es la capacidad personal de actuar con movimientos ajustados que permitan responder a los desplazamientos que se produzcan a su alrededor. Con el fin de no chocar con ellos o realizar movimientos simultáneos.