La aneurisma, es una dilatación que sucede a nivel arterial en un segmento de un vaso sanguíneo, y que suele mostrarse como una especie de ampolla. La aneurisma sucede en arterias –conducto que transporta la sangre al árbol– que muestran debilidad; donde la pared del vaso es empujado por la presión de la sangre dando a lugar una ampolla.
La dilatación que se genera no llega a ser peligrosa, sin embargo, a mayor presión puede incrementar el diámetro de ensanchamiento y romperse la ampolla; creando así la ruptura del vaso sanguíneo que lleva a la muerte del paciente, o le puede causar un ataque cerebral.
El riesgo de ruptura aumenta cuando el ensanchamiento pasa de los 5 centímetros, necesitando una intervención de emergencia. Las aneurisma pueden aparecer en las arterias cerebrales; en la arteria aorta que transporta la sangre del corazón a las demás partes del cuerpo; y en el ventrículo izquierdo.
Existe dos tipos de aneurisma cuando suceden en la aorta, estos son:
- Aneurisma torácico: La ampolla suele suceder en el pecho.
- Aneurisma abdominal: dicho ensanchamiento de la pared se origina debajo del estómago.
Una de las alterias donde suelen aparecer aneurismas con gran facilidad es en la arteria aorta.
Causas.
Se han dado a conocer diversas causas que dan paso a un aneurisma aórtico, una de ella se asocia a la presencia de aterosclerosis en el cuerpo. Estos aneurismas se ubican generalmente en la aorta abdominal distal. Otra causa que puede dar paso a aneurisma es por la necrosis quística, y por la presencia de quistes que logran debilitar la pared aórtica.
La aneurisma también puede aparecer en pacientes con hipertensión, en embarazada, en pacientes con valvulopatías, y en pacientes sanos pero que tienen genes que dan paso a su aparición. Del mismo modo ciertas infecciones también pueden causar aneurisma, como es al sífilis, y enfermedades y bacterias como la tuberculosos, la salmonera, el estafilococos y el estreptococos.
Síntomas.
Los síntomas del aneurisma depende directamente del lugar donde se encuentren. Generalmente una gran parte de la aorta torácica llegan a ser asintomáticos, ahora bien, por la erosión o compresión creada en los demás tejidos, el cuerpo llega a crear ciertas reacciones como:
- Ronquera.
- Sensación de falta de aire.
- Dolor ocular.
- Visión borrosa.
- Parálisis facial.
- Dolor torácico.
- Dificultad para tragar.
En el caso de la aneurisma abdominal para detectarla se requerirá de una exploración de rutina, ya que no produce síntomas. En esta exploración se busca una masa no dolorosa, pulsátil y palpable, que indica la presencia del aneurisma. Los únicos síntomas que se pueden sentir es una vez que se haya roto la pared, donde se crea un dolor en el escroto, en el tórax o un dolor lumbar, lo cual requiere de una intervención de emergencia.
Tratamiento.
El tratamiento a la aneurisma exige ciertas operaciones según el tipo de aneurisma. Para realizar una cirugía en la aorta, que es la arteria principal del cuerpo, se debe conocer el lugar exacto de la ampolla, su tamaño; y el paciente debe tener una buena salud.
Si el aneurisma se localiza en la aorta ascendente, que corresponde a la parte superior del tórax, se necesitará una cirugía de emergencia, ahora bien, al encontrarse en la aorta abdominal y descendente, situada debajo dele estómago o en parte inferior del tórax, la intervención puede programarse; ya que no suele ser peligrosa, pero requiere de vigilancia para tener control del tamaño de la bolsa, donde al superar los 5 cm requerirá de una operación para evitar que esta se rompa.
Al momento de operar, se sustituye el segmento del vaso debilitado por un injerto -tuvo sintético-. Antes del corte de la ampolla, el cirujano para detener la sangre coloca pinzas por encima y debajo de la ampolla; y en la arteria. Una vez se haya colocado el injerto se dejará fluir la sangre con normalidad.
Otro tratamiento que es dirigido para personas que por su estado de salud no pueden ser intervenidas. Trata de colocar un catéter para introducir un injerto endovascular con stent, el cual es llamado stent graft. Este es colocado dentro de la arteria en el mismo lugar de la aneurisma. Este injerto funciona como barrera para que la sangre no siga presionando la pared dañada del vaso.
Consejos & Prevención.
- Realizar chequeos cada seis meses.
- Dejar de fumar.
- No consumir alcohol en exceso.
- Llevar una dieta sana, donde se recomienda el consumo de vegetales, frutas, carne magra, granos enteros, proteínas que no provengan de animales, etc.
- Utilizar medicamentos bajo prescripción médica, ya que un incorrecto uso puede inflamar los vasos sanguíneos y dar paso a la formación de aneurisma.
- Hacer ejercicios por lo menos 30 minutos al día.
- Controlar el estrés.