La inmigración es la transferencia permanente o temporal de individuos o grupos de personas a un país o lugar que no sea el de su origen; el fenómeno es el opuesto de la emigración.
En cuanto a los países de destino de la migración (son principalmente aquellos llamados países desarrollados o en vías de desarrollo), los problemas que surgen en relación con la regulación y el control de los flujos migratorios en la entrada y permanencia son muchos y en ocasiones representan un problema de seguridad nacional.
La inmigración es un tema vinculado a la del aumento de la delincuencia y el crimen; sin embargo, la investigación econométrica ha demostrado que no existe ninguna relación entre inmigración y delincuencia.
La inmigración, sin embargo, puede ayudar a resolver problemas como la superpoblación, el hambre, las epidemias y la pobreza en el país de origen de las personas que realizan la migración.
A nivel político, los países de origen y de destino pueden reforzar los acuerdos bilaterales que proporciona la migración programada y controlada, para satisfacer las necesidades de los trabajadores en el país de destino y controlar los problemas de la superpoblación del país de origen. Un acuerdo de este tipo puede incluir el suministro de materias primas y mano de obra a cambio de productos terminados.
La causa del fenómeno de la «inmigración puede tener sus raíces en los siguientes motivos:
- Económicos (para escapar de la pobreza, en busca de mejores condiciones de vida)
- De trabajo (para encontrar un puesto de trabajo mejor)
- Motivos políticos (dictaduras, persecución, opresión, guerras, genocidio, limpieza étnica)
- De tipo religioso (incapacidad para practicar algún culto religioso)
- Derivado de los desastres naturales (tsunamis, inundaciones, terremotos, hambrunas)
- Personales ( como elección ideológica)
- Por motivos de educación (para asistir a una escuela y obtener un grado, asegurar educación de los niños, aprender un idioma extranjero).