El metabolismo es la cualidad que poseen los seres vivos de cambiar de forma química la naturaleza propia de ciertas sustancias.
La palabra “metabolismo” se desprende de la raíz griega μεταβολή que se lee “metabole” y que significa “cambio”. También se incluye el sufijo –ισμός, que significa “-ismo” y que le atribuye el elemento de “cualidad”.
La definición de metabolismo es importante de entender para poder comprender el funcionamiento del organismo.
El término hace referencia a una estructura que es capaz de autorregularse a través de la incorporación y eliminación de ciertos elementos. Estos elementos son aceptados o rechazados en la medida en la que son o no útiles para el organismo.
Por consiguiente, el metabolismo se lleva a cabo a nivel de una célula sola o de un organismo complejo y amplio. Lo importante de todo es que el metabolismo permite que la estructura establezca vínculos con el medio para abastecerse de recursos y mantenerse.
El metabolismo es, entonces, la suma de reacciones bioquímicas y de procesos fisioquímicos.
Cabe señalar que los procesos mencionados se interrelacionan y son la base de la vida en lo que respecta al proceso molecular. Las células, durante estas actividades, crecen, se reproducen, producen y mantienen estructuras y responden a estímulos.
Procesos del metabolismo
El metabolismo está, a su vez, signado por dos procesos que son considerados antagónicos, pero que son, en realidad, complementarios.
Estos son el catabolismo y el anabolismo.
Catabolismo
El catabolismo, también conocido como fase destructiva, consiste en la descomposición de algunos elementos internos del organismo para así obtener energía. Es decir, tiene como función la de reducir una sustancia o molécula compleja en una más simple.
La fase destructiva consiste en un conjunto de reacciones disgregativas y oxidativas. A su vez, se libera energía y esto vuelve estas reacciones en exergónicas.
Entonces, el catabolismo es un conjunto de reacciones metabólicas a través del cual se descomponen moléculas complejas. Estas se degradan total o parcialmente y se convierten en elementos más sencillos que liberan energía. A su vez, dicha energía, se almacena en forma de adenosín trifosfato (ATP) y se utiliza para realizar actividades vitales moleculares.
Anabolismo
Por otra parte, el anabolismo es un proceso contrario al catabolismo. Consiste, de forma sencilla, es la utilización de energía para la obtención de un organismo o célula de mayor tamaño. De hecho, el anabolismo es conocido también como fase constructiva porque se relaciona con la constitución de nuevos tejidos.
Ahora bien, las reacciones anabólicas son reacciones de síntesis, sin duda. Pero, además, son reacciones de reducción por su obtención de coenzimas reducidas para que se oxiden. Luego, son endergónicas porque requieren de una cantidad finita de energía obtenida de la hidrólisis del ATP. Y, claro, son divergentes porque obtienen muchos productos de pocos compuestos.
Por tanto, este proceso consiste en reacciones metabólicas en las que los compuestos más simples se sintetizan en otros más complejos. Para la creación de los enlaces necesarios de estas moléculas se recurre a la energía que se encuentra en el ATP.
El proceso de anabolismo es, finalmente, el que permite la renovación celular y para el almacenamiento de reservas para futuras fuentes energéticas.