El suelo es la capa terrestre que cubre la Tierra, junto con la litosfera, la biosfera, la atmósfera y la hidrosfera, se compone de minerales y materia orgánica, incluyendo organismos vivos.
El suelo es uno de nuestros recursos naturales más importantes debido a su ubicación estratégica y su dinámica, física, química y funciones biológicas. Aunque el término suelo está bien establecido, la definición varía dependiendo de la perspectiva y el uso previsto.
En geografía se define como todos los escombros o restos del suelo que yace encima de la roca sólida, también, el término suelo a menudo se utiliza sólo para designar la capa superior, la biológicamente activa de las capas de la tierra.
Los factores para la formación del suelo son: el clima, los organismos, los materiales minerales y la topografía, éstos en un grado variable estarán activos a través de todo el suelo.
¿Cuáles son las características del suelo?
La estructura del suelo se determina por la forma en que las partículas de suelo individuales están dispuestas en relación con otras, es decir, entre sí.
Por ejemplo, la estructura del grano del suelo es característica de un suelo de grano grueso (grava y arena); en una estructura de agregados, simples partículas pegadas juntas en partículas secundarias (agregados) le dan su definición; en la estructura de lechadas, grandes extensiones de agregados pequeños relacionados entre sí conforman la sémola.
La expansión del suelo está relacionada con su contenido de material fino, ya que se produce por fuerzas electrostáticas.
Los arreglos y mantenimientos del suelo actúan sobre su estructura, ya sea directa o indirectamente a través del ambiente químico, físico y biológico. Los complementos nutricionaes orgánicos, como el abono, la paja para la cama de animales, los lodos de plantas de tratamiento de aguas negras, etcétera, se unen a suelos arenosos y hacen la capa dura menos resistente.
El suelo no puede crear una buena estructura, sólo con el apoyo de la estructura natural y sus procesos de formación, la estructura puede ser fácilmente destruida por un tratamiento inadecuado del suelo, por ejemplo, por el uso de maquinaria pesada o por trabajo en la tierra cuando el contenido de agua es demasiado grande.