Tipos de desiertos

Un desierto es una zona despoblada por las condiciones ambientales que este posee. Está formado por suelo arenoso o pedregoso y sin ningún tipo de vegetación a su alrededor, imposibilitando que haya vida animal o humana que resistan esa condición por la falta de precipitaciones (lluvias).

Esta clase de ecosistemas recibe menos cantidad de 250 milímetros de precipitaciones en un año, haciendo que la tierra sea extremadamente seca y que no haya ningún tipo de producción de cultivo. Por el medio ambiente brusco, estas zonas se vuelven inhabitables y con poblaciones pocos estables.

Sólo los pueblos nómadas habitan en los desiertos, teniéndose que trasladar para poder encontrar los alimentos y muchos mueren en el intento. En Australia hay muchos indígenas que habitan en los desiertos.

El término desierto es muy utilizado de forma coloquial para referirse a una zona en donde no hay ninguna o pocas personas de lo habitual. El desierto más conocido es el desierto del Sahara ocupa el centro de áfrica y algunos países del norte, conviertiéndose también en el más grande.

Tipos de desiertos


Desiertos costeros

Estos desiertos se ubican en latitudes próximas a los trópicos de las fachadas occidentales en todos los continentes. En ellos la falta de agua está motivada porque la diferencia en la temperatura entre la superficie del océano y la superficie del continente mantienen una situación de estabilidad que impide todas las posibilidad de precipitaciones.

Desiertos tropicales

Este tipo de desierto se caracteriza por la presencia de las situaciones anticiclónicas, recorriendo todo el año y a su vez forman sendas en las áreas continentales en ambos hemisferios. A este grupo de desiertos pertenecen el Sahara, que con sus cerca de 10×10(6) km (2) se convierte en el más grande del mundo, el Sirio-Arábigo, con prolongación asiática en el anterior y los del Thar y de Kalahari.

Desiertos Australianos

Estos desiertos están situados en el hemisferio sur del planeta y tienen una extensión de 2.300.000 kilómetros, los desiertos de Australia constituyen una gran parte de los desiertos que se conocen “como el interior de Australia”.

En otras palabras, el centro de ese país es una gran región desértica. Desde hace mucho tiempo estas áreas han sido inhóspitas (áreas inseguras o poco acogedoras) y de difícil acceso. Sin embargo, hoy en día eso ha cambiado, ya que se han convertido en lugares muy visitados por turistas por ser considerados como una atracción distinta.

Desiertos de américa del norte

Este tipo de desierto incluye algunas zonas hiperáridas (áreas con muy poca humedad y extremadamente secas) con muy poca vegetación, sin embargo si se exceptúan las acumulaciones de naturaleza salinas y los campos de dunas, su biomasa es muy importante comparándolo con la de los desiertos paleotropicales y forman parte de los ecosistemas complejos y diversificados.

El más significativo y el más conocido de los desiertos de América del Norte es el de Sonora. Este tiene una amplia vegetación en su mayoría por el sahuaro (Carnegia gigantea), cactácea con la capacidad de alcanzar 15 metros de altura y lograr vivir hasta 200 años. Se adapta muy bien a la aridez, el sahuaro posee unas raíces superficiales que 24 horas luego de una lluvia, se pueden multiplican y propagar constituyendo una gran capacidad absorbente.

Desiertos fríos sub-polares

Estos desiertos se caracterizan porque tienen una escasez de agua que se unen a los efectos de las bajas temperaturas y, en  muchos casos del viento. Están ubicados en zonas de gran altitud  o en las regiones secas con altas latitudes.

En esta clase de desiertos las plantas y animales tienen que hacer frente no sólo a los factores de estrés propios de las regiones áridas, sino que también al clima frió por lo que, en los sucesos más extremos, son limitadas las especies que son capaces de sobrevivir en ellos y la vegetación es de líquenes y plantas pequeñas que pasan desapercibidas en el medio. Sin embargo, y pese a su carácter desértico, estas áreas están presentes en las regiones frías y son descritas dentro en ellas.

Desiertos continentales

Estos ocupan grandes extensiones en el centro de Asia desde Mongolia y China hasta Turkmenistán, al igual que las orillas del Mar Caspio, unidos con los tropicales por medio de una franja árida de transición (desiertos de Irán-Irak y Siria). También a esta clase pertenecen grandes zonas áridas del Oeste de los EE.UU.