El término discriminación proviene de la voz latina discriminatĭo que, a su vez, deriva del verbo discriminare y que significa separar o distinguir.
En este sentido, discriminar es privar a una persona, grupo o institución del disfrute de los derechos que poseen al igual que el resto de la sociedad, diferenciación basada en prejuicios arbitrarios y no justificados.
El comportamiento discriminatorio perjudica, en consecuencia, el libre ejercicio de los derechos y libertades fundamentales del sujeto afectado en los terrenos de lo político, económico, social y cultural, lo que entorpece la creación de condiciones para que la relación persona-sociedad se desarrolle de forma íntegra.
Tipos de Discriminación
Discriminación racial o étnica
También conocida como discriminación por origen nacional, este tipo de discriminación consiste en el trato excluyente y diferenciado que se ejerce contra un conjunto de personas que comparten el mismo origen o etnia.
La discriminación racial o étnica va más allá de lo relacionado al color de la piel o determinados rasgos físicos. Incluye además la esfera socio-cultural, es decir, cuestiones relacionadas con las creencias, idioma, costumbres, formas de vida y dinámica social de un colectivo en particular.
Discriminación de nivel cultural y económico
Se realiza partiendo de la diferencia respecto al acceso bienes culturales y educativos, así como el estatus económico y la clase social a la que pertenece el sujeto o el grupo tratado de forma desigual.
Discriminación religiosa
Es un trato excluyente que se aplica por la diferencia de creencias y prácticas religiosas. Este tipo de conducta puede tener su motivación en la profesión de una fe distinta así como por una perspectiva antirreligiosa.
Discriminación sexual
También denominada sexismo o discriminación de género, consiste en limitar el disfrute de derechos fundamentales como la educación, el trabajo, la salud, entre otros, partiendo del prejuicio hacia un género determinado.
De la misma manera implica la promoción de diversos estereotipos socioculturales basados, en primer lugar, en la diferencia entre los sexos y, en segundo lugar, en la preferencia sexual que supera los límites de lo masculino y lo femenino.
Discriminación por embarazo
La discriminación por embarazo puede ser entendida como parte de un todo más general y complejo que sería la discriminación de género.
Consiste en el tratamiento desigual y denigrante a las mujeres en etapa de gestación, posparto o que presentan alguna situación especial relacionada a la gestación, como la lactancia o licencias por afecciones de salud.
Este tipo de comportamiento excluyente es muy común en los contextos laborales, en los cuales se trata de forma distinta a una empleada o candidata a un puesto laboral que se encuentra en la etapa del embarazo.
Algunos formas en las que puede vislumbrarse la discriminación por embarazo son la generación de un ambiente hostil o perturbador hacia la mujer, degradación de puesto o, en casos drásticos, el despido de la empleada.
Discriminación por discapacidad
Trato distinto o desigual hacia personas o grupos que poseen limitaciones de tipo físico o intelectual.
Este tipo de discriminación supera la dificultad para ejercer derechos fundamentales como el acceso al trabajo, la educación, entre otros. Junto a lo anterior, incluye las dificultades para ejercer otros de segunda generación -o económicos, sociales y culturales-, como el derecho al esparcimiento y a participar en la vida cultural de un grupo social determinado.
Discriminación política
Cualquier acto o conducta que se traduzca en el trato desigual en lo que está incluido en la esfera de lo político. Este tipo de discriminación afectaría la esfera de derechos fundamentales como la libertad de pensamiento y expresión, reunión, manifestación y otras reivindicaciones incluidas en las libertades individuales.
Discriminación por enfermedad
Este tipo de discriminación se ejerce hacia sujetos o grupos sociales que poseen alguna dolencia de salud que afecta su organismo y capacidades a corto, mediano o largo plazo.
En el nivel más básico de este tipo de tratamiento excluyente la persona que se encuentra en estado vulnerable ve afectado su derecho a acceder a la salud y a la seguridad social. Sin embargo, de la misma forma puede ser objeto de limitaciones para disfrutar de su derecho al trabajo, la educación y al libre tránsito.
Los prejuicios, la ignorancia y el desconocimiento generan, en la mayoría de los casos, este tipo de discriminación, la cual de manera frecuente afecta a las personas que poseen el virus del VIH Sida, así como diversas enfermedades mentales.
Discriminación por edad
Como su nombre lo indica, la discriminación por edad consiste en tratar de manera menos favorable a un sujeto o colectivo partiendo de su edad.
Otros términos para referirse a este tratamiento excluyente son el anglicismo ageism, así como la gerontofobia, edaísmo o etarismo y usualmente afectan a personas de la tercera edad o, en casos extremos, que superan la barrera de la primera juventud.
Las personas discriminadas por su edad enfrentan dificultades para acceder a opciones de educación, salud, empleo y transporte, así como el acceso a opciones de diversión y entretenimiento.