Educación integral

La educación integral es la que abarca varias clases de educación como: la educación intelectual, moral, física, religiosa, estética, etc.

Y se refiere a la construcción de la personalidad del hombre, como un ser capaz de poner un sello personal a todas las actividades de su vida, es decir que el ser humano sea único en su forma de ser y en sus actos.

Esta constitución humana también incluye los aspectos biológicos, psicológicos, espirituales y sociales. Para lograr esto se necesita que existan determinadas condiciones sociales como la salud, comida, vivienda y seguridad, para que la persona esté completamente desarrollada en todos sus aspectos.

La educación integral debe dotar a todos los estudiantes de las conocimientos y las habilidades básicas y necesarias para desenvolverse en la vida.

Comprende tanto los aspectos educativos como los formativos.Intelectual, física, artística, social o emocional entre otras dimensiones son de las que se encarga de englobar la educación integral. Es un tipo de educación que se imparte en la escuela o en las instituciones educativas, en las actividades extracurriculares y en el ámbito cotidiano de la vida.

La sociedad debe de posibilitar a todas las personas la educación integral basada en el diálogo, en el uso responsable de la libertad, en el descubrimiento y desarrollo de las habilidades que tenemos, en la autonomía como capacidad autorreguladora de cada uno de nosotros, en la empatía hacia las otras personas, y en definitiva su interés es convertirnos en unos ciudadanos con sentimientos equilibrados y con la posibilidad de desarrollar nuestras competencias.

La educación integral contempla la totalidad de las funciones humanas, por lo que es un concepto que no puede dejarse de lado. Supone una preocupación en tres campos: el del conocimiento, la conducta y la voluntad.

El ámbito del conocimiento hace referencia a la instrucción, es decir, abarca los conocimientos que una persona culta debe de adquirir para valerse por sí misma y comprender su entorno.

La conducta del individuo debe de trabajarse desde la infancia, y se relaciona con la escala de valores de cada uno. Cada persona debe de tener la confianza y la seguridad suficiente para ser capaz de controlar sus actos, entenderlos y respetar al resto de personas. La voluntad es la facultad que tenemos cada uno de ordenar nuestra conducta y nuestros actos.