Funciones del hígado

El hígado consiste en un órgano que tiene la capacidad de autoreformarse y cumple una esencial función en el cuerpo; se considera un órgano vital, debido a que su carencia es discrepante con la vida.

El hígado está localizado en la zona alta del abdomen, del lado derecho, debajo del diafragma y detrás del área inferior de las costillas, dicha ubicación le otorga una esencial defensa ante los golpes, posee un peso de 1,6 kilos aproximadamente.

En las personas, el hígado es el órgano más grande. Tiene la función de sintetizar las proteínas plasmáticas, guarda vitaminas y destruye de la sangre los materiales que son perjudiciales para el cuerpo.

Una gran cantidad de enfermedades pueden perjudicar al hígado, tales como el cáncer, las infecciones o la cirrosis.

Funciones del hígado


Función generadora

El hígado tiene la función de generar diversas sustancias proteínicas del plasma sanguíneo: albúminas, protrombina y fibrinógeno. Las proteínas fibrinógenas y protrombinas, son elementos coagulantes que participan en la producción de coágulos sanguíneos.

Las proteínas albúminas conservan el entorno isotónico de la sangre para que las células del organismo no ganen ni carezcan de agua ante la aparición de fluidos del cuerpo.

Función desintoxicadora

Debido a que la sangre de los órganos del aparato digestivo se transporta mediante la circulación portal hepática, los hepatocitos del hígado vigilan los contenidos de la sangre y destruyen muchas de las materias tóxicas antes de que puedan llegar a todo el organismo.

Las enzimas en los hepatocitos procesan muchas de las toxinas como las drogas o el alcohol, en sus metabolitos pasivos. Con el objetivo de conservar la nivelación de las hormonas dentro de los límites homeostáticos, el hígado también metaboliza y destruye el transporte de hormonas generadas por las glándulas del organismo.

Función digestiva

El hígado tiene un papel esencial en el procedimiento de la digestión mediante la generación de bilis. La bilis consiste en una mezcla de sales, colesterol, bilirrubina y agua. Los hepatocitos generan bilis en el hígado, que circula mediante los canales biliares para ser depositado en la vesícula biliar.

Cuando la comida que tiene grasas pasa por el duodeno, las células del duodeno generan la hormona colecistoquinina para alentar la vesícula biliar a producir la bilis. La bilis transita mediante los conductos biliares y es generada al duodeno donde se combinan grandes cantidades de grasa.

La bilirrubina que hay en la bilis es un resultado de la digestión del hígado de las células rojas de la sangre debilitadas. En el hígado las células Kupffer obtienen y eliminan los glóbulos rojos viejos, circulando sus elementos hacia los hepatocitos.

Función inmunológica

El hígado posee una función fundamental en el aparato inmunológico, defendiéndolo de las enfermedades.

Este órgano sirve como una herramienta del aparato inmunológico debido al papel de las células Kupffer que envuelven las sinusoides.

Función de reserva

La glucosa es circulada en los hepatocitos debido a los estímulos de la hormona de la insulina y depositada como polisacáridos de glucógeno. Los hepatocitos también obtienen y guardan ácidos grasos de los triglicéridos procesados. El depósito de estos nutrientes facilitan al hígado conservar la homeostasis o estabilidad de la glucosa en la sangre.

Función metabolizadora

Los hepatocitos del hígado son los responsables de una gran cantidad de los trabajos metabólicos que dan sostén para las células del organismo. Ya que a toda la sangre que deja el aparato digestivo circula mediante la vena porta hepática, el hígado es el encargado de metabolizar los carbohidratos, las proteínas y los lípidos en sustancias que son provechosos de forma biológica.

El aparato digestivo separa los carbohidratos en monosacáridos de glucosa, que las células usan como fuente de energía esencial. La sangre que entra en el hígado mediante la vena porta hepática es muy rica en glucosa por la comida procesada.