Los objetivos indiferentes se encuentran dentro de la categoría de los objetivos que una empresa o compañía se plantea a la hora de realizar un proyecto.
Este objetivo se define como un modelo de simplificación voluntaria y selectiva de la realidad planificada de la compañía, dentro de un tiempo futuro en específico.
Esta definición puede discrepar o coincidir con la imagen del objeto que se ha planificado y que surge gracias al ejercicio de la prognosis.
La característica fundamental de la imagen del objetivo es la parte interna de su racionalidad. Es importante destacar que no se trata sencillamente de un conjunto o de una agrupación de objetivos, sino que son en realidad una construcción en la cual se han obtenido resultados a los problemas de coherencia entre otros objetivos diferentes. Es la presuposición de un ordenamiento y armonización de los mismos.
Otra definición es que, el objetivo es el estado en el que una variable del modelo imagen y objetivo hace acto de aparición. Esto quiere decir que se trata de la situación presentada que se quiere conseguir cuando finalice el desarrollo del proyecto, a través de la aplicación de la realización y de los recursos de las acciones previstas.
Existen algunos objetivos en los cuales su grado de instrumentalidad es nulo, por lo tanto, a estos se les puede conocer con el nombre de finales o puros. Sin embargo, por lo general estos se encuentran relacionados a juicios estéticos y éticos y dependen mayormente del observador que de su naturaleza propia.
Los tipos de objetivos indiferentes son los siguientes:
Objetivo de indiferencia
Cuando la consecución de un objetivo no trae consecuencia ninguna sobre otro objetivo, entonces se entiende que ambos son indiferentes. Esto quiere decir que en este caso, no hay una interrelación mutua, o en cambio, la misma es neutral.
La característica de indiferencia sólo puede desarrollarse entre dos objetivos que se consideren aisladamente dentro de un sistema de objetivos. Comprendidos a un nivel general de la organización o empresa, es difícil que un objetivo no se encuentre relacionado complementaria, subsidiaria o concurrentemente de una manera directa o indirecta a otros objetivos diferentes.
Objetivos concurrentes
Los objetivos son concurrentes cuando la consecución de uno de ellos reduce u obstaculiza el éxito del otro. Los análisis e identificación de objetivos concurrentes en una compañía u organización son sumamente importantes.
La gran mayoría de los objetivos que se encuentran en los niveles comerciales, producción, económico financiero y jefatura de departamento son de tipo concurrentes.
Algunos casos comunes de objetivos concurrentes son:
- Independencia y rentabilidad del capital propio.
- Aumento de la liquidez y aumento de la cifra de ventas.
- Rentabilidad y liquidez.
Objetivos de desarrollo personal
Estos objetivos se derivan del control de resultados y funciones del colaborador. Gracias a este control, el jefe tiene la capacidad de comprobar algunas deficiencias en el desarrollo del colaborador que entienda sean convenientes subsanar. Algunas de ellas pueden ser lagunas en conocimientos profesionales y técnicos, actitudes en el comportamiento directivo, entre otras.
También es posible que los planes de promoción que la compañía tenga relacionándose a un colaborador, puedan ser derivados de estos objetivos. La asignación de objetivos de desarrollo personal recae de manera especial en la responsabilidad del jefe, con el objetivo de fomentar el desarrollo personal de los colaboradores.
En los tiempos actuales en los cuales existe una rápida obsolescencia técnica y una movilidad bastante rápida dentro de las empresas, este tipo de objetivos son sumamente importantes. Sin embargo, este tipo de objetivos normalmente suelen pasar desapercibidos por los jefes.
La asignación de objetivos de desarrollo personal es una tarea directiva caracterizada por ser delicada, pero precisamente esta es la razón de peso por la que son tan eficientes y se ajustan en buena medida a la capacidad directiva de los empleadores.