El término de anemia hace referencia la disminución en la sangre de la concentración de la hemoglobina.
La anemia ocurre cuando el número de glóbulos rojos se registra por debajo del nivel normal del cuerpo, lo cual por su escasez no lleva correctamente oxigeno por alrededor del cuerpo produciendo diversos síntomas que pueden empeorar, entre ellos el cansancio y la debilidad.
Tipos de anemia
Anemia regenerativa
Es el tipo que genera un perdida de sangre aguda. En pocas palabras sucede luego de la persona tener una hemorragia por donde pierde mucha sangre, generando así una anemia aguda.
Anemia arregenerativas
Sucede cuando existe un trastorno de las células que proveen glóbulos rojos, y por trastornos de la célula germinal.
Anemia leve
Este tipo de anemia que se desarrolla con mucha lentitud, y no ocasiona un gran daño, sin embargo, al no ser tratada puede aumentar considerablemente hasta convertirse en crónica.
Síntomas de la anemia leve
- Dolor de cabeza.
- Cambio de humor.
- Decaimiento.
- Mala concentración y dificultad para pensar.
Anemia aguda o crónica
Esta se registra luego de la persona presentar una anemia leve, la cual no fue tratada, por lo tanto la hemoglobina está por los suelos.
Síntomas
- Uñas quebradizas.
- Las esclerótica de los ojos se tornan azules.
- Deseos de ingerir cosas no comestibles e hielo.
- Palidez.
- Mareos.
- Dolor en la lengua.
- Problemas para respirar.
Anemia ferropénica
Se trata de la mala producción de hemoglobina que crea una reducción en el tamaño de las células rojas o glóbulos rojos a causa de la carencia de hierro, ya que este trabaja en la producción de hemoglobina.
Este tipo de anemia es muy común en niños cuando no son alimentados correctamente o cuando presentan trastornos alimenticios; y en mujeres embarazadas, las cuales tienden a aumentar tres veces el volumen sanguíneo durante la gestación, lo cual a la vez hace crecer la cantidad de hierro que necesitan.
Anemia por falta de vitamina B12
Esta anemia aparece cuando los glóbulos rojos crecen más de su tamaño normal debido a la deficiencia de vitamina B12. Estas células al crecer les resulta difícil acceder a los vasos sanguíneos y venas del cuerpo, y al mismo tiempo tienden a morir con mayor rapidez, dando a lugar la anemia.
Las personas que más tienden a sufrir de este tipo de anemia son los mayores, los que han pasado por una práctica quirúrgica para eliminar parte del intestino y del estómago, los que sufren de gastritis atrófica y de ciertas enfermedades, como es la de Crohn; por la falta de la proteína conocida como factor intrínseco -lo produce el estómago y ayuda a que la vitamina b12 se absorba–
Anemia perniciosa
Se trata de la anemia que ocurre por deficiencia de la proteína factor intrínseco, la cual es secretada naturalmente por el estómago.
Esta proteína es la que ayuda a la vitamina B12 a ser absorbida por el organismo, la cual es la que mantiene la correcta producción de hemoglobina, en conjunto con el hierro y con el ácido fólico. Esta anemia es más frecuente en personas mayores de edad.
Esta anemia exige un tratamiento médico, ya que a pesar de llevar dietas altas en vitaminas, el organismo nunca podrá absorber la vitamina B12, por lo tanto se debe inyectar de forma intravenosa vitamina B12 una vez al mes, la cual llegará directamente al torrente sanguíneo sin tener que pasar por el estómago.
Anemia por carencia de ácido fólico
Se trata del incremento fuera de lo normal de los glóbulos rojos, lo cual es causado por la deficiencia de ácido fólico y por la falta de vitamina B12. Esta deficiencia en ácido fólico sucede por la mala alimentación, donde no se consumen alimentos ricos en ácido fólico.
Se debe consumir todos los días alimentos ricos en ácido fólico, ya que este nutriente no se almacena en el cuerpo, por lo tanto su carencia trae problemas.
En ocasiones se recomienda ingerir complementos de ácido fólico en pastillas o en suspensión, principalmente durante el embarazo, ya que favorece el correcto desarrollo del feto y evita cualquier problema de su columna.
Causas de la anemia
- Carencia de hierro.
- Por la falta de vitamina B12 y ácido fólico, los cuales al igual que el hierro cumple una función de producir glóbulos rojos, y a mayor cantidad de células rojas menos oportunidades de registrarse una anemia habrá.
- Por una mala alimentación.
- Por medicamentos y por ciertas enfermedades crónicas.
- Por problemas en la médula espinal.
- Por la pérdida de sangre lenta, como es en los periodos menstruales irregulares y abundantes.
- Al pasar por cirugía, donde se reduce los intestinos y el estómago.
Algunos tipos de anemia desde su inicio se puede solucionar fácilmente con un cambio alimenticio, donde se ha de llevar una dieta rica en nutrientes principalmente en hierro y vitamina b12. Al mismo tiempo se recomienda tomar suplementos de ácido fólico, vitamina B12 e hierro, para lograr su absorción más rápido.