Los microorganismos del suelo son cruciales para el crecimiento saludable de la vida vegetal: bacterias microscópicas, hongos y actinomicetos todos ayudan a descomponer los tejidos vegetales muertos en formas útiles de nutrientes que alimentan a las plantas, mejoran la estructura del suelo y controlan a los microbios que causan enfermedades.
Los microorganismos del suelo incluyen cientos de miles de millones de criaturas, que pueden estar todos juntos en el suelo del jardín de la casa. Los microorganismos del suelo son por lo general de un tamaño menor a los 0,2 mm de ancho, lo que es mucho menor que los 2 mm, que es el ancho común de los macroorganismos.
Bosques
Los bosques proporcionan una lluvia continua de material vegetal en forma de hojas y ramas que se posan en el suelo. Los microbios del suelo se ponen a trabajar para romper la lignina en la madera y las hojas convirtiéndola en un suelo rico en humus que proporciona nutrientes para todas las plantas que crecen en el bosque.
Mejoran la estructura del suelo
Los microorganismos del suelo forman relaciones simbióticas con las plantas por el consumo de sustancias químicas emitidas por sus raíces. Los microbios a su vez descomponen la materia orgánica, lo que crea una estructura del suelo que puede mantener la humedad y el oxígeno y que estará cargada con nutrientes que las plantas pueden utilizar.
Control de las enfermedades
Los microorganismos del suelo estando sanos y siendo abundantes crean plantas sanas que son más resistentes a las enfermedades; algunos microbios se alimentan de los microbios que causan las enfermedades de las plantas. También atraen a los organismos del suelo más grandes, como las lombrices de tierra y los escarabajos, lo que mejora la resistencia de las plantas a enfermedades proporcionando más nutrientes en forma de residuos ricos en nutrientes.