La palabra factura proviene del vocablo latino “facere” que significa hacer. Se denomina factura al documento que funciona como prueba de una operación de compra y venta.
En ella, se detalla: el tipo de producto o servicio brindado, su precio por unidad, los impuestos que devenga, el nombre, número de registro fiscal, dirección y teléfono de la empresa o comercio y la fecha de emisión.
Una factura consta de dos copias, una para ser entregada al comprador, y la otra es para el vendedor. La emisión de una factura es de carácter obligatorio en las operaciones financieras. Sirve como un comprobante que concede derechos, obligaciones y responsabilidades tanto al comprador como al vendedor.
Tipos de factura
Existen varios tipos de facturas, pero las utilizadas son las siguientes:
Factura ordinaria
Es aquella que documenta la entrega de artículos o la prestación de un servicio, además de los precios e impuestos aplicados. También contiene todos los datos que exigen las normativas de las leyes.
Factura rectificativa
Este tipo de factura es utilizada para la corrección de una anterior. Puede ser porque no cumple con los requisitos promulgados por la ley o para la devolución de envases, embalajes o productos. También se aplica cuando se ofrecen descuentos o bonificaciones.
Factura recapitulativa
Estas sirven para colocar en una sola factura, varias operaciones destinadas a una misma persona y estén emitidas en fechas diferentes pero en un mismo mes. Cabe aclarar, que para que este tipo de factura sea válida, las otras que se agregan a la recapitulativa, deben estar anuladas.
Factura simplificada
Es la que prueba la entrega de un artículo o producto e incluye pocos datos, y preside de los que identifican al cliente o consumidor. Esta solo puede ser utilizada para importes reducidos y en ciertos casos.
Otras variantes
Existen otros tipos de factura. También se clasifican según su valor legal, pro forma y copia de la factura o duplicado; y dependiendo del medio por el cual se transmita, factura de papel o electrónica.
Factura pro−forma o libre
Documenta una oferta comercial, señalando con exactitud la forma que tendrá la factura tras su suministro. No tiene ningún valor contable ni sirve de justificante. Su mayor uso es en operaciones internacionales para devengar las licencias de importación. Esta no lleva enumeración, ni es aconsejable firmarla ni sellarla, solo si el cliente lo solicita.
Copia de la factura
Es la que documenta la operación comercial para el comprador. Posee los mismos datos que una factura original, con la diferencia en que debe tener la palabra “copia”, para poder diferenciarla de la original.
Duplicado de la factura
Es igual que la factura original, y se emite cuando hay más de un destinatario o cuando se pierde la original. La realiza la misma persona que expidió la original y con los mismos datos. Tiene que llevar la palabra “duplicado”.
Factura electrónica
Es una versión electrónica de una factura de papel. La diferencia entre ambas radica en que la emisión de la electrónica es a través de medios telemáticos y electrónicos. Esta viene normalmente en formato XML, la cual posee validez legal y no necesita una versión física.
Otros usos de la palabra factura
En repostería, la palabra factura se conoce como un tipo de masa de sabor dulce, hecha con harina, levadura y con diversas cremas, en algunos casos.
Suele ser consumida en el desayuno y la merienda, y acompañada con café con leche, leche cortada o chocolate caliente.