Aunque la definición más común de la migración implica movimiento a través de las fronteras nacionales, sucede también que hay grandes desplazamientos dentro de los países pues la gente se mueve de las zonas rurales a las zonas urbanas en busca de trabajo. Este proceso se llama urbanización y está pasando más rápido que nunca, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades.
Hay 28,8 millones de migrantes internos que están desplazados dentro de su propio país y que han sido obligados a abandonar sus hogares debido a los conflictos, además, millones de personas cada año se encuentran en riesgo de migración involuntaria en relación con las amenazas de desastres naturales.
La gente se mueve en torno a la mayoría de las sociedades modernas, los recién graduados de la mayoría de las universidades suelen competir en los mercados nacionales de trabajo en gran medida en las áreas de ingeniería y contabilidad, y las empresas de consultoría reclutan en las universidades de élite de todo el país. Así que hay una cierta cantidad de ubicación en las ciudades creada por la necesidad de talento que atrae a los jóvenes de una región a otra.
(De hecho, sería interesante tratar de cuantificar este hecho de la movilidad geográfica: por ejemplo, ¿qué porcentaje de graduados de la universidad de Nueva York o Florida toman su primer trabajo en otra región del estado o área económica?)
Pero este tipo de movilidad basado en las carreras universitarias no es exactamente lo que queremos decir cuando nos referimos a la migración interna. Intuitivamente, nos referimos a un número significativo de personas que se trasladan desde su región de origen a otra región por razones económicas. La migración interna conduce al apoyo gubernamental de los cambios de población en todas las regiones del país.
Hemos visto períodos de este tipo de reubicación de la población varias veces en la historia de, digamos como ejemplo rápido, los EE.UU.: el movimiento hacia el oeste proveniente de la costa este de los pobres y los que trabajaban en la mitad del siglo XIX, la migración masiva de los afroamericanos desde el sur hasta el norte de las zonas rurales en la década de 1920, y el éxodo de la familia Tom Joad y su generación de Oklahoma a California en la década de 1930.
Podríamos incluso poner el flujo de personas de Michigan a la sunbelt en la década de 1980 en esta categoría, y tal vez el desplazamiento de las personas pobres de Nueva Orleans por el huracán Katrina y sus secuelas alcanza el umbral también.
Así en cada país del orbe, existen los desplazamientos de personas al interior de sus fronteras, de un estado a otro, esto es la migración interna.