La sustancia pura es aquella sustancia que está compuesta por un solo tipo de partícula, con propiedades físicas y químicas bien definidas, así como una composición fácilmente identificable; como ejemplos tenemos al oro, al oxígeno, al agua (cuya partícula es el H2O) la glucosa, el dióxido de carbono (cuya partícula es el CO2) y el hidrógeno.
Las sustancias puras no pueden separarse por medios físicos como la filtración, la evaporación, la destilación o la cromatografía y se subdividen en dos grupos: los elementos y los compuestos.
Los elementos están constituidos por el mismo tipo de átomos y los podemos verificar en la famosa tabla periódica de los elementos.
Ejemplos de elementos químicos son:
- Hidrógeno
- Helio
- Nitrógeno
- Oxígeno
- Hierro
- Oro
- Plata
- Estaño
- Calcio
- Estroncio
- Carbono
Los compuestos se conforman de uno o varios tipos de átomos que se unen por enlaces químicos, como ejemplos de compuestos podemos citar al agua, el dióxido de carbono, la glucosa, el metanol o el mismísimo ácido desoxirribonucleico o ADN.
Cabe señalar que, la pureza de las sustancias es lo que determina esas bien definidas propiedades como son los puntos de derretimiento o de ebullición, la conductividad eléctrica, etc.
Al respecto de esta última, veamos un ejemplo sencillo: el cobre que es utilizado en el cableado eléctrico debe tener una pureza muy alta para así proveer una conductividad lo más eficiente posible y; por el contrario, un agua extremadamente pura resulta un muy pobre conductor de electricidad pues carece de los conductores eléctricos disueltos, conocidos como electrolitos, para permitir que la electricidad viaje a través de ella.
También, la pureza puede representar un alto impacto en las propiedades químicas de una sustancia ya que, las sustancias puras tienen el potencial de formar productos predecibles a partir de reacciones químicas dadas, la razón, es debida a la ausencia de impurezas que bien podrían iniciar otras reacciones que interferirían con aquellas estudiadas por el químico, por lo tanto, las sustancias más puras son las preferidas por los químicos a la hora de llevar a cabo estudios en el laboratorio.