El sabelotodo es el tipo de cliente que se acerca al vendedor con la finalidad de demostrar su inteligencia ante cualquier respuesta que se presente relacionada a su problema.
Existen casos de algunos clientes sabelotodo que sólo buscan la atención para demostrar su sabiduría y nada más. La parte compleja del sabelotodo es que al adoptar esta actitud, pueden surgir problemas con los vendedores y posiblemente sea necesaria la intervención de algún superior del establecimiento.
Un cliente es la persona o la empresa receptora de un servicio, producto, bien o idea a cambio de algún artículo valioso o de dinero. Los clientes tienen expectativas y necesidades que deben ser tomadas en cuenta por la organización con la finalidad de satisfacerlas.
El concepto de cliente potencial se define como la persona jurídica o física que posee la capacidad legal para obtener un servicio o producto. Los clientes potenciales se pueden clasificar en diversos tipos, uno de ellos es el cliente por comportamiento. Esta persona llega al punto de venta y el vendedor debe identificar su tipo de comportamiento, o sino podría perder la venta y al mismo cliente. Dentro de esta categoría se encuentra el cliente sabelotodo.
Cliente sabelotodo en servicios.
Este tipo de clientes sabelotodo pueden resultar ser bastante incómodos. Como su nombre lo indica, suelen conocer de todo, tal vez por su experiencia profesional o por su personalidad. Esta clase de clientes son aplicables al consumo de servicios y no a los productos.
¿Cómo negociar con clientes sabelotodo?
En la fase de negociación es posible que el cliente lleve la delantera. Esto no debe de ser una complicación debido a que el vendedor asume que proveerá un servicio a un precio adecuado. En este caso, la mejor postura es escuchar al cliente y no discutir constantemente con él.
Al abordar la gestión del servicio y los detalles de su desarrollo, se debe adoptar una posición menos flexible y empujar al cliente a utilizar los sistemas de gestión de proyectos de la empresa para llevar a cabo el seguimiento. Estos sistemas de gestión son sumamente necesarios debido a que en el desarrollo del proyecto, se necesitarán estos ejemplos y comparaciones de clientes sabelotodo.
Desarrollo del proyecto con el cliente sabelotodo.
Si el proyecto y los tiempos se han definido de manera correcta, el cliente sabelotodo estará de acuerdo y colaborará debido a que él mismo forma parte del proyecto y reportará y validará cada parte del desarrollo del servicio.
El vendedor se puede identificar con las correcciones y mejoras que el cliente aporte. Es correcto aprovechar las ideas que surjan por parte del sabelotodo y también cobrar por ellas.
Es importante prestar atención al desarrollo del proyecto en este tipo de clientes debido a que estas situaciones pueden presentarse con otros clientes. En ese caso, el cliente sabelotodo puede ser un aliado ideal que ayude a solucionar esta clase de problemas en otras situaciones ajenas.
Momentos de discrepancia con el cliente sabelotodo.
La frase de “El cliente siempre tiene la razón” no es correcta. A pesar de esto, no es recomendable llevar la contraria. Si el rumbo del desarrollo del proyecto cambia, el vendedor necesitará la validación de su jefe o superior para establecer nuevos términos dentro del proceso.
Es una manera correcta de evitar consecuencias negativas producto de un cambio de rumbo, tomando en cuenta un criterio que no es propio.
Hora de cobrar y pasos de seguimiento posteriores.
El alcance debe ser bastante delimitado con este tipo de clientes durante el desarrollo del proyecto. En caso de que nuevas cosas se añadan, éstas deben ser facturadas aparte.
El propósito principal es hacerle ver al cliente sabelotodo que la empresa tiene reglas que deben ser cumplidas: se debe cobrar y cerrar etapas dependiendo de como se dé el proceso. Si estos pasos se cumplen de manera correcta, se entiende que no habrán problemas en el futuro.