La palabra abrasión, proviene del latín abradere, donde abrasión hace referencia a la consecuencia de desgastar por medio de la fricción.
En medicina el término abrasión se emplea para referirse a la úlcera o lastimadura a nivel superficial del las mucosas o del epitelio tras una quemadura o traumatismo.
Por otro lado, la córnea es la cúpula transparente y delgada que cubre tanto el iris como la pupila del ojo. Proteje y ayuda al ojo a enfocar. Esta es quien recibe toda la luz, la cual cocha en ella, protegiendo así al ojo. Posee varias capas, pero a la vez es muy sensible y puede rasguñarse con gran facilidad.
En este caso, la abrasión corneal es un rasguño, lesión o una lastimadura que llega a afectar la cornea –superficie transparente que cubre la parte anterior anterior del ojo-. Esta lesión puede aparecer por el contacto brusco con un objeto punzante o la uña, por el ingreso de cuerpos extraños como polvo y arena dentro del ojo, o por el uso de lentes de contacto.
En pocas palabras, una abrasión corneal es un golpe o rasguño en la córnea del ojo –tejido cristalino que cubre al ojo-. La cornea trabaja junto con el ojo para enfocar imágenes sobre la retina. El tamaño del rasguño que presente la cornea dependerá directamente de los días que necesitará el paciente para recuperarse. En un rasguño pequeño, el tiempo de recuperación es de uno a dos días.
La abrasión corneal no solo sucede por raspaduras o rasguños en el ojo, sino también por lesiones químicas, por lesiones ultravioletas, por problemas con lentes de contacto, y por la entrada de cuerpos extraños en el ojo.
Cuando existe una abrasión corneal se presentan ciertos síntomas, como son:
- Enrojecimiento del ojo.
- Lagrimeo.
- Visión borrosa.
- Dolor al abrir y cerrar los ojos.
- Parpados hinchados.
- Sensibilidad a la luz.
- Dolor de cabeza.
- Sensación de tener un cuerpo extraño dentro del ojo.
La presencia del dolor desde el momento en que hay una lesión en la cornea, se debe a las células nerviosas que posee la cornea, las cuales transmiten el dolor, notificando a la persona cuando hay un cuerpo extraño dentro del ojo antes de que este cause algún daño.
Cuando se diagnostica un caso de abrasión corneal, el paciente ha de evitar: el contacto con la luz, por lo tanto, debe de cubrir el ojo con un parche, el cual se ha de retirar una vez al día; y debe utilizar gafas de sol por un tiempo determinado. También debe de usar antibióticos, gotas para disminuir la inflamación, y debe guardar cierto reposo para curarse con una mayor rapidez.
Una abrasión corneal sin los cuidados que necesita puede convertirse en una úlcera corneal; o una inflamación en el ojo lo cual es conocido como iritis. Del mismo modo una lesione en la cornea puede dejar cicatrices que llegan a deteriorar permanentemente la visión.
Cuando la abrasión no sana completamente o las células que crecieron no lograron adherirse correctamente a la cornea se produce una erosión corneal, donde las células se despegan de la córnea generando un gran dolor en el paciente.
Otras enfermedades
- Abrasion corneal
- Atrofia vaginal
- Acné
- Apendicitis
- Asma
- Bajon de azucar
- Bocio
- Botulismo
- Bengue
- Angina de pecho
- Anisakiasis
- Anorexia
- Ansiedad
- Bronquitis
- Bronquitis cronica
- Presión baja
- Bronquiolitis obliterante
- Brucelosis
- Bronquiectasias
- Balanitis
- Blastocystis Hominis
- Bipolaridad
- Autismo
- Artritis Reumatoide
- Artrosis
- Astigmatismo
- Atragantamiento
- Ataxia